Hola amigos, por fin me dieron la oportunidad de presentarme, esperé mucho tiempo para compartir con ustedes este ratito y conozcan un poquito más de mí.

Mi nombre es Margaret Onofre, vivo entre los árboles de la sierra de Huascazaloya, “Lugar de la alegría”, donde a cada paso que des encontrarás bellas flores que crecen por doquier, pero por favor…, si un día nos visitas, ¡ten cuidado!, pues mis vecinos los duendes tienen sus casas por todas partes y la gente camina pisando todo sin nada de precaución.

La gente dice que soy una bruja, pero yo no estoy tan segura, a las mujeres como yo nos tachan de locas por tener la imaginación muy desarrollada, por ejemplo, cuando el Sol está por despertar trayendo consigo el amanecer, suelo recostarme sobre la hierba y mirar con los oídos los colores de cada insecto, ave, roca, árbol y el rostro de las personas que pasan cerca de mí rumbo al trabajo sin darse cuenta de que allí estoy.

Luego al regresar a mi casa pinto con mis pinceles cada una de las cosas que escuché y cuando llego al centro del pueblo para mostrarles mis cuadros, todo mundo se asombra porque sin ver, los puedo pintar. Es por eso que me llaman “bruja”, pero no es mi culpa, sólo hago lo que todos pueden hacer pero que no quieren.

Todas las tardes ayudo a mi amiga la tuza a cocerle los calzones a su marido, aún no sabemos cómo le hace pero cuando se los cambia…, tremendos agujeros ha encontrado la pobre tuza que a toda hora lleva consigo aguja e hilo, yo creo que es a causa de los frijoles porque después de tanto y tanto plato todo mundo pierde los controles jejeee

Dentro de mi habitación tengo un enorme baúl, en él guardo fantásticas historias, algunas de misterio, otras que cada vez que las leo no paro de reír, y algunas las he perdido, los duendes de Huasca aunque amigables son traviesos, pero lo que sí sé es que algún día sin buscarlos los volveré a encontrar.