Cuando el respeto se finge Parte2
por Roberto_LRC · Publicada · Actualizado
Cuando el respeto se finge…
Segunda parte
Lo descrito en la Primera Parte que publiqué el miércoles 28, es mi perspectiva personal de lo que vi y viví la tarde del miércoles 21 de julio de este año, no puedo saber exactamente lo que pensaba cada uno de los participantes, ni lo que sentían y mucho menos lo que los motivó a reaccionar así.
Mi intención fue usar un estilo ficticio para narrarlo; no es un acta circunstanciada de hechos ni quiero que se tome como una denuncia pública. La Primera Parte la narré en tercera persona y me sirvió para analizar, reflexionar y sobre todo para aprender de lo que viví.
Me agredieron y aunque hubo lesiones físicas que duelen tanto como las emocionales no me considero víctima de la agresión.
No fui el primer agredido y sólo pensé en colarme en medio para evitar daños. Cuando recibí el primer golpe lo primero que pasó por mi mente fue “dale, no se va limpio”, luego hice consiente que también había niños y mi madre a un lado. Después del segundo golpe sentí como fui sujetado del cuello para arrastrarme hacia la calle.
Por voluntad propia logré no responder con golpes a la agresión y también por voluntad no permití ser arrastrado. Tomé mis pertenecías, me despedí de quien podía despedirme y salí de allí con el cuello lesionado pero por mi propio pie.
Hoy físicamente la ronquera por la afectación a mis cuerdas vocales ya está casi recuperada.
Emocionalmente aprendí que el respeto se finge y aprendí que cuando el respeto se finge por tantos años genera mucho daño.
No sé si habrá disculpas, lo que sí sé es que en mí no hay rencor ni sentimiento negativo alguno contra ellos. No puedo olvidar y no puedo ni quiero fingir que no pasó, porque no quiero que sea una situación que se repita. Fingir que no pasó nos llevará a seguir fingiendo respeto, no puedo jugar a fingir respeto o a jugar a que fingen respeto por mí.
Respeto sus decisiones, incluso sus decisiones de reaccionar con agresión física y verbal. Yo decidí alejarme, no porque no tenga derecho a estar ni visitar, o porque no pueda imponer mi presencia; pero Cuando el respeto se finge… y uno lo sabe, es como cruzar un puente con fracturas, al final va a reventar.
Gracias por leerme, gracias por tu empatía y por tu respeto. Sirva este texto para que, en conjunto, sigamos construyendo una sociedad con Respeto Real.
Texto por Roberto Ortega.