Plantas de Compañia
por Roberto_LRC · Publicada · Actualizado
Hay legados o herencias que se pueden esperar ansiosamente. También hay legados sin valor económico que llegan a nosotros y que deben ser recibidos y cuidados con el mismo cariño con el que nos fue entregado.
Este es el caso de “Chamíz” (así se llama ahora)
una planta amoena que ha estado en mi familia por más de 40 años, acompañó a mis padres en dos mudanzas. Después de varios esquejes, macetas, rincones, jardineras, incluso ser parte de la decoración que mi papá hacía para el nacimiento en diciembre, después de viajar tanto, Chamíz llegó conmigo.
El año pasado recién comenzada la pandemia, mi mamá me heredó uno de sus recuerdos vivos que le ha acompañado tantos años.
Ahora Chamiz vive en el patio junto a la recamara y parece que le gustó su nuevo lugar, tanto que esta semana nos regaló su primera flor, tiene otros dos botones, así que van a ser tres las primeras flores que Chamiz nos da como agradecimiento a año y medio de vivir en su nueva casa.
Florecer exige cariño, cuidado, paciencia y las condiciones necesarias para compartir tanta belleza. Que alegría poder observar el desarrollo de seres vivos como las plantas.